Muchos aficionados a la fotografía, a la hora de elegir una cámara de fotos, especialmente si es una cámara réflex, tienden a valorar mucho más las características del cuerpo frente al objetivo que incorpora. Sin embargo, el objetivo es, probablemente junto con el sensor, los dos grandes elementos que definen la calidad de imagen que ofrece una cámara.
Además, características como el rango focal o la abertura máxima del diafragma son factores muy importantes a la hora de hacer fotos. Mucho más que si lleva GPS, o si la pantalla tiene tropecientosmil megapíxeles. Invertir en buenos objetivos más que en el último cuerpo del mercado siempre será una buena inversión.
Cuando hablamos de distancias focales, hablamos de la mínima posición y la máxima posición del zoom (en caso que no sea un objetivo de focal fija), una característica que nos va dar la cobertura y el ángulo de visión que podremos abarcar con la cámara.
Si buscamos abarcar mucho ángulo (fotografía de interiores o de paisaje por ejemplo) buscaremos objetivos con distancias focales muy cortas y si buscamos hacer fotos a mucha distancia, buscaremos números altos. Por ejemplo, un objetivo con rango focal 12-60mm abarcará más campo de visión que un 24-120mm, si embargo, éste último, nos premitirá acercarnos más cuando queramos enfocar un objeto lejano.
Siempre teniendo en cuenta el factor de multiplicación de nuestro modelo, tendremos que mirar el rango focal equivalente a 35mm, para poder comparar las distintas cámaras.
En determinadas gamas de cámaras fotográficas, el fabricante nos venderá el zoom óptico, que al fin y al cabo viene dado por las distancias focales. Si seguimos con los ejemplos anteriores, el objetivo 12-60 mm tendrá un zoom 5X (12 × 5 = 60), al igual que el 24-120 mm (24 × 5 = 120), sin embargo, el primero tiene más ángulo de visión en el angular y el otro más teleobjetivo (podremos acercarnos más a objetos más lejanos).
Es importante saber lo que nos interesa, y así poder elegir.
La luminosidad del objetivo es otro de los factores claves a tener en cuenta, sobre todo si utilizamos la cámara en condiciones de luz no muy buenas, o si queremos prescindir del flash lo máximo posible. La luminosidad viene definida a través del número f, que suele venir serigrafiado en el frontal del objetivo.
A menor número f, mayor es la abertura del diafragama, mayor la cantidad de luz que entra en el sensor y por tanto menor la luz que necesitamos. A mayor número f, menos luminoso será. Además los objetivos muy luminosos, nos van a permitir reducir considerablemente la profundidad de campo, creando esos bokeh tan espectaculares que vemos en los objetivos más caros y profesionales.
Así que cuanto más luminoso sea, mejor, aunque id preprarando la cartera. Números F bajos suele significar precios elevados.
Por último, la calidad de las lentes y de construcción del objetivo es muy importante, y van a definir junto con el sensor y el procesador A/D la calidad de imagen. Un objetivo pesado, normalmente suele ser signo de objetivo bien construido y con buenos materiales, pero este es un punto lo más fiable, es confiar en una marca de calidad contrastada, como Leica, Canon, Nikon o cualquiera de las otras grandes marcas de fotografía.
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